miércoles, 16 de junio de 2010

Ke de la paz estoi desheredada, eso ya lo sé. Lo huelo desde el primer horror
Experiencio la tormenta como krianza de la tierra

Una vez salí del útero de mi mama al desfondamiento del mundo
y de xsi ya no hai retorno

Rekuerdo haberme columpiado compulsivamente en tardes de otoño, buskando el nivel de dsitorsión q se acoplara a mi ritmo corporal: inestable, mareado, askoroso. Buskando imágenes q excitaran mi imaginación, produciendo fluidos vaginales q han de lavarse de x vida.

Una vez vi un eskeleto de caballo al borde del estero, otra vez enkontré la mitad de un conejo afuera de mi kasa ..pero ahora las imágenes de muerte se apegaron a mis propios fluidos.. Pueblan mi kabeza komo el colach despiadado de la tormenta

Este horror no es sólo un espejo de lo individual

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